La veracidad de un testimonio puede ser vital en el ámbito jurídico, especialmente cuando se refiere a menores. En circunstancias donde se están investigando delitos graves, como abusos o violencia, la declaración de un niño puede ser un componente clave para aclarar los hechos. No obstante, evaluar las declaraciones de los niños no es una tarea fácil.
Debido a su desarrollo cognitivo y emocional, los niños pueden ser vulnerables a la influencia de elementos externos o a malas interpretaciones, lo que puede poner en duda la fiabilidad de sus historias.
La psicología forense juega un papel fundamental en la valoración de estos testimonios, proporcionando herramientas y perspectivas especializadas para asegurar que la verdad de los menores sea escuchada de forma justa.
En este artículo, se explorará la evaluación de las declaraciones de menores en el marco de la psicología forense, qué métodos se emplean y cuáles son los desafíos y aspectos éticos que deben considerarse.
¿Por qué es tan importante el testimonio de un menor en casos forenses?
Al ser considerados vulnerables, los menores pueden ser víctimas de abusos o ser testigos de sucesos traumáticos, y su testimonio puede ser crucial para la resolución de casos judiciales. No obstante, la declaración de un niño presenta múltiples retos: su habilidad para comunicarse, su interpretación de los hechos y su posible vulnerabilidad a la manipulación o la sugestión. Además, la influencia de los adultos, ya sean familiares, terapeutas o incluso el entorno judicial, puede alterar su versión de los hechos.
Por esta razón, es necesario un procedimiento detallado y especializado en psicología forense para garantizar que el testimonio de un menor sea considerado válido y fiable. La psicología forense ofrece los recursos necesarios para entender cómo los niños interpretan los eventos, cómo recuerdan los detalles y cómo manifestar esos recuerdos de una forma coherente y creíble.
Los métodos de evaluación en Psicología Forense
Entrevistas estructuradas y no estructuradas.
La entrevista es una de las herramientas clave para evaluar el testimonio de un menor en el campo de la psicología forense. Hay dos clases de entrevistas que pueden emplear los psicólogos forenses:
- Entrevistas estructuradas: En este tipo de entrevistas, el psicólogo responde a una serie de preguntas estandarizadas que facilitan la obtención de la información de una forma coherente y comparativa. Estas entrevistas tienen la ventaja de disminuir las influencias externas y garantizar que el niño se enfoque en los hechos relevantes, sin desviarse de estos.
- Entrevistas no estructuradas: A diferencia de las entrevistas estructuradas, estas facilitan que el niño interactúe de forma libre y espontánea. En este tipo de entrevistas, el psicólogo observa cómo el niño organiza y relata sus experiencias. Aunque estas entrevistas pueden ser más abiertas y dejar que el niño se exprese sin restricciones, requieren una gran habilidad del entrevistador para evitar inducir respuestas o malinterpretar las historias.
La combinación de ambas formas de entrevistas puede proporcionar una perspectiva más integral y equilibrada de la versión del menor.
Técnicas proyectivas
Las técnicas proyectivas son otra serie de herramientas empleadas en la psicología forense para valorar la declaración de menores. Estas técnicas sostienen que al presentar estímulos ambiguos, tales como dibujos, imágenes o figuras, los niños proyectarán sus pensamientos, sentimientos y experiencias internas en sus respuestas. Esto puede contribuir en los expertos en la detección de posibles traumas o miedos que el niño podría no tener la capacidad de manifestar de forma verbal.
Una de las pruebas más famosas, es el test de dibujos, en el que se le pide al niño que represente una familia o una casa. Mediante el análisis de los detalles y la estructura del dibujo, el psicólogo tiene la capacidad de deducir aspectos de la vida emocional del niño que tal vez no se manifiesten de manera directa en sus palabras.
Pruebas psicológicas estándar
Las pruebas psicológicas estándar son instrumentos utilizados para evaluar la función cognitiva y emocional del menor. En el ámbito forense, estas pruebas son esenciales para garantizar que el niño pueda entender lo que está sucediendo en el procedimiento judicial y que sus respuestas sean totalmente fiables. Por ejemplo, pruebas que evalúan la memoria, la capacidad de razonamiento y la percepción de tiempo pueden contribuir a determinar si el niño posee la habilidad necesaria para proporcionar un testimonio claro y consistente.
Desafíos que pueden aparecer en la evaluación testimonios de menores
A pesar de que los métodos que se utilizan en psicología forense son rigurosos, existen diversos desafíos que los psicólogos deben tener en cuenta al evaluar las declaraciones de los menores. A continuación se presentan algunos de ellos:
- El desarrollo cognitivo y emocional de los menores
En función de su edad, los niños poseen diferentes habilidades para recordar, organizar y comunicar sus experiencias. Por ejemplo, los niños más pequeños podrían no tener la capacidad de proporcionar detalles complejos o de interpretar sucesos en términos cronológicos. Además, el desarrollo emocional de los niños puede influir en su habilidad para interpretar circunstancias complejas, como el abuso o la violencia.
- La susceptibilidad a la sugestión
Los niños son más vulnerables a ser influenciados por los adultos, ya sea de forma consciente o inconsciente. Los entrevistadores, los terapeutas o incluso los familiares pueden influir en cómo los niños recuerdan o interpretan los sucesos. Esto resulta especialmente problemático cuando los niños se ven sometidos a preguntas sugerentes o presiones emocionales que afectan su testimonio.
- La intimidación o el miedo al proceso judicial
El entorno judicial puede resultar intimidante para un niño. La presencia de abogados, jueces y otros profesionales puede generar ansiedad en los niños, lo que podría perjudicar la calidad de su declaración. Además, la manera en la que se les trata durante el proceso puede influir en la precisión y claridad de sus relatos.
El impacto de las nuevas tecnología en la evaluación de los testimonios de menores
Las tecnologías están revolucionando a la psicología forense, especialmente en la evaluación de los testimonios de menores. Las herramientas tecnológicas pueden mejorar la calidad de las entrevistas y asegurar una mayor protección para el niño durante el proceso judicial.
Una de las innovaciones más destacadas es el uso de entrevistas en línea y grabaciones en video, que facilitan la creación de un entorno menos intimidante para el menor, disminuyendo así su ansiedad. Además, las grabaciones garantizan que el testimonio se registre de forma precisa, lo que posibilita su revisión en diversas ocasiones sin la necesidad de que el menor tenga que repetir su relato.
La implementación de simulaciones virtuales y realidad aumentada (RA) está también ganando relevancia. Estas tecnologías tienen la capacidad de simular situaciones específicas, lo que facilita la memoria de detalles relevantes para el caso. Por ejemplo, en circunstancias de maltrato, el niño puede revivir de forma controlada el entorno o los eventos, lo que permite una mayor exactitud en su relato sin que se sienta presionado.
Por otro lado, aplicaciones móviles especializadas pueden ayudar a monitorear el estado emocional del niño, identificando posibles signos de estrés o trauma. Esto permite que los psicólogos modifiquen su enfoque y garanticen que el niño se encuentre en un estado emocional adecuado durante el proceso de la entrevista.
Sin embargo, el uso de esta tecnologías también presenta desafíos éticos, como garantizar la privacidad del menor y la igualdad en el acceso a estas herramientas. Pese a estos desafíos, las tecnologías digitales ofrecen un enorme potencial para mejorar la precisión y la seguridad de las declaraciones de menores en el ámbito forense.
Consideraciones éticas en la evaluación de testimonios de menores
La evaluación de los testimonios de menores en el campo de psicología forense debe realizarse bajo un alto nivel de ética. Es imprescindible que los psicólogos forenses estén al tanto de las consecuencias de sus acciones y garantizar que se respeten los derechos y la dignidad del menor en todo momento. Algunas de las consideraciones éticas fundamentales son las siguientes:
- Confidencialidad: La información proporcionada por el menor debe ser tratada de forma confidencial, a no ser que su seguridad o la de terceros se encuentre en peligro. Es responsabilidad de los psicólogos garantizar que el niño entienda que lo que se le pregunte puede ser empleado en el proceso legal, pero que sus respuestas se manejan de forma respetuosa.
- No inducir respuestas: Los psicólogos deben evitar cualquier comportamiento que pueda inducir respuestas del menor, como formular preguntas sugerentes o mostrar preferencia hacia una versión de los hechos.
- Protección emocional: Es esencial que los psicólogos proporcionen un ambiente seguro y de apoyo a lo largo de todo el proceso. Esto implica ser sensibles a las posibles respuestas emocionales del menor y garantizar que el niño no sufra más daño por el proceso judicial.
Conclusión
La evaluación de los testimonios de menores en el marco de la psicología forense es un proceso complejo y delicado que requiere un enfoque riguroso y ético. Aunque hay métodos y técnicas especializadas para asegurar la precisión y fiabilidad de los testimonios, los psicólogos deben tener en cuenta los desafíos inherentes al desarrollo cognitivo y emocional de los niños, además de los peligros de sugestión y manipulación.
Mediante la implementación de métodos apropiados, los profesionales pueden conseguir declaraciones valiosas y fiables que contribuyan a la búsqueda de la verdad en el entorno judicial. La clave radica en garantizar que se respeten los derechos de los menores y que sus voces sean escuchadas de forma justa, sin ser distorsionadas por factores externos.