El bullying es uno de los problemas a los que se enfrentan los centros educativos hoy en día. Según la OMS, 1 de cada 4 estudiantes padece este tipo de acoso. Los profesores pueden no darse cuenta de la situación de acoso o minimizarlo. Además, las víctimas suelen sufrir el acoso escolar en silencio, dado que creen que no encontrarán la solución en familiares.
Consideremos al sistema educativo como una reproducción del sistema social a pequeña escala, ya que refleja la existencia de conflictos. Los conflictos pueden surgir por diversos motivos: diferencias sociales, educacionales, interculturales, familiares, ideológicas, religiosas….
Para la gestión de los conflictos que puedan surgir en el aula tanto presentes como futuros la educación deberá centrarse en los procesos de mejora de la comunicación entre las partes, trabajando el pensamiento crítico, la comunicación y el lenguaje.
El acoso escolar
Hemos de diferenciar entre conflictos puntuales que pueden ocurrir entre niños o adolescentes y acoso escolar. Los expertos en el tema hablan del parámetro tiempo limitado a seis meses. Otros advierten que no sólo la duración importa sino también la intensidad del fenómeno.
Según la AEPAE (Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar), si el maltrato físico, verbal o psicológico ocurre tres o más veces, entonces se considera caso de maltrato escolar.
Otro de los criterios que los expertos señalan es la intencionalidad aunque sea difícil de verificar y de demostrar, así como el desequilibrio de poder.
“No quiero ir al colegio”, “No tengo amigos”, “Me duele la barriga”, “Soy nulo/a” etc. son tantas declaraciones de los niños que pasan desapercibidas por los padres. Y cuántos profesores han visto a niños aislados durante las pausas de recreo. En general, los padres piensan que a los hijos se les pasará y los profesores que los alumnos acabarán integrándose.
Sin embargo, estas señales pueden ser reveladoras de que un niño/a esté sufriendo un acoso escolar.
Existen tres características que matizan un acoso, una conducta agresiva intencionada, duradera en el tiempo y en la intensidad y terminando en un desequilibrio en la relación de dominado/dominante. Es un fenómeno sutil, insidioso y tan proteiforme.
Este fenómeno existe en todas partes del mundo y se conoce a través del término “bullying” en inglés que significa literalmente “intimidación”. Ha sido identificado y analizado en 1970, a través de los trabajos pioneros del psicólogo sueco-noruego Dan Olweus que desempeñó entre otras funciones la presidencia de la asociación internacional de investigación sobre la agresión. España ha tardado muchos años en reconocer el acoso escolar en comparación con otros países occidentales, en particular países de Europa del Norte o América del Norte (Estados-Unidos, Canadá) hasta que se lograron por fin planes y campañas de sensibilización contra este fenómeno.
Mediación escolar:
La mediación escolar es una técnica que se utiliza para resolver los problemas que se presentan en la convivencia entre los escolares. Cuando surge un problema entre dos alumnos/alumnas, se puede optar por solucionarlo utilizando el sistema de mediación o, de lo contrario, se aplicarán las normas establecidas en el centro (sanciones, faltas…).
La mediación escolar se torna a mecanismo eficaz, para poder gestionar los conflictos que puedan aparecer en este entorno, y se fundamenta en el potencial que tiene, como medio de aprendizaje y experiencia positiva que: enseña, permite dialogar y desarrollar habilidades de comunicación y empatía, y que nos ayuda a solucionar no solo los conflictos escolares sino también extrapolarlos a la convivencia en sociedad.
Aprender herramientas de resolución de conflictos desde el ámbito escolar, y por tanto desde la infancia, nos preparará para resolver problemas futuros.
Existen distintos tipos de acoso escolar, y cada tipo de acoso tiene diferentes características. Los tipos de acoso se diferencian por la modalidad o conducta de maltrato que utiliza el agresor hacia la víctima.
Tipos de Acoso Escolar:
- Agresión física: darle collejas o ponerle la zancadilla, empujarle…
- Agresión verbal: hacerle chantaje, amenazarle, insultarle, ponerle motes o apodos, hablar mal de la víctima..
- Aislar socialmente a la víctima: no invitándole a fiestas o cumpleaños, ignorándolo, volver a otros compañeros en su contra sembrando rumores sobre la vida víctima.
- Otras conductas como: esconder o romper sus propiedades (mochila, material escolar, libros..), pedirle o robarle dinero, ataques a las relaciones sociales, a la vida privada o actitudes de la víctima provocando su aislamiento social, acoso sexual de tipo verbal o físico, acoso por internet…
Las escenas más graves de acoso escolar suceden normalmente cuando el profesor no está presente: en los baños, en el patio, en los pasillos, vestuarios, salidas de clase e incluso en el comedor.
¿Cómo detectar el BULLYING?
Para detectar el Bullying o acoso escolar, simplemente hay que observar:
- A los niños fuera de aula y su dinámica de grupo.
- El aislamiento social de la víctima, y su escasa o nula sociabilidad.
- Los cambios de comportamiento o un menor rendimiento escolar.
- Estar atentos a los rumores que puedan llegar a nuestros oídos.
- Sentimientos de tristeza, miedos o dolores inexplicables en la víctima.
- Absentismo escolar. La víctima evitará sistemáticamente ir al colegio o relacionarse con sus compañeros/as de clase.
- La víctima empezará a no realizar algunas de las actividades que antes sí realizaba. (Quizás por que no es invitado a participar en ellas o puede sentir el miedo al rechazo en público).
Una vez se detecta una situación de acoso:
Si se detecta una situación de acoso, cuanto antes se intervenga, menores serán las secuelas. La intervención en las situaciones de acoso debe dirigirse además de para la víctima, para los observadores y los agresores.
Las consecuencias del acoso psicológico son muy dañiñas en las víctimas. Estos efectos causan un gran deterioro en la calidad de vida de la víctima. Pueden afectar en la ansiedad, depresión, problemas de sueño, entre otras.
Protocolo de acoso escolar
Seguiremos el protocolo siguiente:
- Comunicar la situación al centro, al profesor/a, al equipo directivo, tutor/a o al alumno que esté en el equipo de mediación del centro.
- Constitución inmediata del Equipo de Valoración en el centro, que estará formado por el Director, el Orientador y un profesor del centro (tutor, aquel que conozca mejor al alumno, …)
- Comunicación inmediata por parte del Director de la posible situación de acoso al Servicio de Inspección y a la Unidad de Convivencia. Se valorará, según la situación, la conveniencia de informar a las familias de los implicados, puesto que en este primer momento se trata de una sospecha.
¿Cuál es el procedimiento a seguir en el centro ante la situación de acoso?
1º- Se realizará una valoración inicial de la situación.
2º- Se verificará la situación.
3º- Se realizará una observación sistemática. En este apartado se realizarán las siguientes entrevistas con las siguientes partes implicadas:
- El alumno acosado.
- Observadores no participantes.
- Los padres de la presunta víctima.
- El presunto agresor o agresores.
- Los padres del presunto agresor o agresores.
4º- Se realizará un informe sobre la situación escolar.
Si se confirma la situación de acoso escolar, se pondrá en conocimiento y se adoptarán medidas disciplinarias. Además, se elaborará un plan de actuación.
Si no se confirma la situación de acoso escolar, se comunicará y se realizará una actuación para la comunidad educativa, como prevención.
Guía para prevenir el acoso escolar
Existen varios consejos a tener en cuenta para prevenir el acoso escolar:
-Hay que fomentar los vínculos afectivos y debemos enseñar a cuidar al otro, procurando su bienestar. Tenemos que enseñarles a identificar las relaciones tóxicas para poder prevenir el acoso escolar en un futuro.
-Es fundamental incorporar la corresponsabilidad y la participación. Los niños y niñas, sobre todo, los adolescentes, deben ser una parte activa en la mejora de su comunidad. Por ello, debemos fomentar la participación en los espacios dónde conviven.
-Hoy en día, la mayoría de los adolescentes utilizan las redes sociales. Es importante hacer un buen uso de ellas y debemos de enseñar a los menores a utilizarlas de manera correcta, con responsabilidad.
-Debemos trabajar la apertura a la diversidad y debemos fomentar la igualdad entre todos los miembros de la comunidad. Si no educamos en valores, tenemos el riesgo de que muchos niños puedan sufrir acoso escolar o bullying.
Recursos familiares contra el acoso escolar o bullying
- Preocuparse por los hijos y establecer un diálogo con ellos para conocerlos mejor y generar confianza.
- Estar atentos a los síntomas físicos como: la falta de apetito, nerviosismo, dolores de barriga, bajo rendimiento en el colegio o en alguna actividad extraescolar.
- Observar y controlar los comportamientos de los hijos, ver con quién van, observar qué hacen y cómo se comporta.
- Educar a los hijos en saber identificar las emociones y enseñarles a como se tienen que comportar con los demás. Además, es importante fomentar la empatía.
- Educar a los niños en valores para evitar que se produzca el acoso escolar o bullying.
Denunciar el acoso escolar
El peritaje psicológico es necesario para evaluar las secuelas psíquicas derivadas del acoso escolar. Los peritos psicólogos pueden realizar una evaluación del estado psicológico del menor y el posible daño o secuelas causadas. El resultado de esta evaluación se debe plasmar en un informe pericial de acoso escolar que certifique la situación de acoso como causa del daño y exponga las consecuencias. Se requiere realizar diferentes entrevistas de evaluación con el menor así como pruebas psicométricas.
En la víctima se suelen dar comportamientos derivados del acoso como retraimiento, dejar de salir con los amigos, pasar mucho tiempo aislado en su habitación, estar más sensible, tener problemas de sueño, cambios en el apetito, etc. En muchos casos las víctimas no cuentan a sus padres nada sobre lo que están viviendo en la escuela, mientras sufren en silencio porque están solos y excluidos del grupo, sintiéndose cada vez más deprimidos, infelices e inseguros. Es muy importante intervenir en cuanto antes, ya que una vez se inician las conductas de acoso, si no son frenadas aumentan rápidamente, éstas atraen a otros alumnos que apoyan ciegamente al hostigador hasta que la única salida para la víctima es, lamentablemente, el cambio de centro escolar.