El bossing es una forma de acoso laboral en la que el superior jerárquico abusa de su poder para controlar, manipular o humillar a un empleado subordinado. A diferencia del mobbing, que implica acoso horizontal entre compañeros, el bossing implica un comportamiento abusivo por parte de alguien que tiene autoridad sobre la víctima en el lugar de trabajo.
Este comportamiento abusivo puede manifestarse de diversas formas, que incluyen:
- Supervisión excesiva y control detallado sobre las tareas y responsabilidades del empleado.
- Dar al empleado tareas poco realistas o poco éticas con el objetivo de hacerlo fracasar
- Señalar constantemente los errores del empleado de manera pública o privada, minando su confianza y autoestima.
- Utilizar amenazas veladas o explícitas para manipular o coaccionar al empleado.
- Discriminar al empleado por motivos de género, raza, religión y otras características protegidas.
La causa subyacente del bossing suele ser de origen material. En la mayoría de los casos, los acosos de este tipo se fundamentan en un interés puramente económico. Si bien comprender esta causa no justifica ni disculpa los actos, proporciona una perspectiva diferente para aquellos que se encuentran en una situación de acoso. Los agresores pretenden que la víctima perciba una motivación diferente, ocultando el interés material que realmente subyace detrás de sus acciones. Por ejemplo, en una empresa que necesita realizar recortes de personal, podría surgir la intención de despedir a un empleado que ha ocupado su puesto durante muchos años. Dado que su despido puede resultar costoso, los superiores podrían intentar provocar que el empleado renuncie por voluntad propia
Manifestaciones y signos de alarma:
Identificar el bossing puede resultar complejo, especialmente cuando se consideran situaciones de forma aislada y puntual. Sin embargo, la persistencia o convergencia de varias de estas situaciones a lo largo del tiempo podría indicar la presencia de bossing.
- Incumplimiento del contrato: una señal de bossing es el incumplimiento por parte de la empresa de lo establecido en el contrato laboral del empleado.
- Feedback negativo y falta de reconocimiento: los empleados bajo bossing a menudo reciben críticas negativas sobre su trabajo y, al mismo tiempo, escasa o nula valoración por sus logros. Los éxitos del empleado pueden ser atribuidos erróneamente a sus superiores.
- Amenazas de despido injustificado: los superiores suelen amenazar repetidamente con despedir al empleado, utilizando pretextos que no están relacionados con el rendimiento laboral, como amenazas emocionales.
- Aumento de responsabilidades sin compensación: los acosadores pueden asignar al empleado tareas adicionales no contempladas en su contrato, sin ofrecer una compensación adecuada.
- Aislamiento y exclusión: los empleados bajo bossing pueden ser excluidos de actividades o responsabilidades que les corresponden según su contrato, o se separados del resto del equipo.
Consecuencias del bossing:
El bossing puede tener consecuencias devastadoras tanto para la salud y el bienestar de los individuos afectados como para el funcionamiento general de la organización. Alguna de estas consecuencias incluye:
Para los individuos:
- Impacto en la salud mental: el bossing puede provocar estrés crónico, ansiedad, depresión y otros problemas de salud mental en las víctimas, lo que puede afectar su rendimiento laboral y su calidad de vida en general.
- Reducción de la autoestima y la confianza: la constante manipulación puede minar la autoestima y la confianza en sí mismo del empleado, haciéndolo sentir inútil e incompetente.
- Aumento del ausentismo laboral: las víctimas de bossing pueden sentirse tan abrumadas y desmotivadas que buscan ausentarse del trabajo con más frecuencia, lo que afecta su productividad y su compromiso con la organización.
Para las organizaciones:
- Pérdida de talento: el bossing puede provocar que los empleados talentosos y calificados renuncien a sus puestos de trabajo en busca de un entorno laboral más saludable y respetuoso.
- Baja moral y desmotivación: el ambiente tóxico creado por el bossing puede afectar negativamente la moral de todo el equipo, lo que resulta en una disminución del compromiso, la colaboración y la productividad.
- Reputación dañada: las organizaciones que permiten el bossing en su lugar de trabajo pueden enfrentar una mala reputación tanto entre los empleados actuales como entre los posibles candidatos a puestos de trabajo, lo que dificulta el reclutamiento y la retención de talento.
Cómo abordar el bossing:
Aunque enfrentarse al bossing puede parecer alentador, hay pasos que los individuos y las organizaciones pueden tomar para abordar este problema de manera efectiva:
Para los individuos afectados:
- Documentar el acoso: mantener un registro detallado de incidentes de bossing, incluyendo fechas, descripciones y testigos, puede proporcionar evidencia crucial si se decide tomar medidas formales
- Buscar apoyo: hablar con un compañero de confianza, un amigo o un profesional de recursos humanos puede brindar apoyo emocional y proporcionar orientación sobre cómo abordar la situación
- Comunicar claramente los límites: establecer límites claros y comunicar de manera directa y respetuosa los efectos del comportamiento abusivo puede ayudar a establecer expectativas claras y fomentar un cambio en el comportamiento del acosador
Para las organizaciones:
- Implementar políticas contra el acoso: desarrollar y hacer cumplir políticas claras contra el acoso en el lugar de trabajo puede enviar un mensaje claro de que el bossing no será tolerado y establecer un marco para abordar las quejas de manera justa y efectiva
- Proporcionar formación en sensibilización: ofrecer programas de formación en sensibilización sobre el acoso laboral puede ayudar a los empleados y a los supervisores a reconocer y prevenir el bossing en el lugar de trabajo
- Investigar y abordar las quejas de manera justa: tomar en serio todas las quejas de bossing y llevar a cabo investigaciones imparciales y completas puede ayudar a proteger a los empleados y a crear un entorno laboral más seguro y respetuoso.
Estrategias para afrontar el bossing:
Si un individuo decide abordar el bossing, es crucial mantener una comunicación clara y documentar todas las interacciones relevantes. El empleo de comunicaciones escritas, como el envío de cartas con acuse de recibo, puede ser una herramienta efectiva para establecer registros formales de esta situación.
Además, es importante tener en cuenta que, a diferencia del mobbing, enfrentar el bossing puede generar conflictos, especialmente si se considera tomar medidas legales. Antes de emprender acciones legales, generalmente se requiere notificar formalmente a la empresa sobre la situación de acoso.
El proceso para abordar el bossing no difiere significativamente de las acciones tomadas en casos de mobbing. Es crucial recopilar pruebas y considerar opciones legales, como presentar denuncias ante la Inspección de Trabajo o recurrir a la vía judicial.
Situaciones de bossing en el teletrabajo:
En la actualidad, el teletrabajo se ha convertido en la principal norma para muchas empresas. Aunque esta nueva forma de trabajo ofrece numerosos beneficios como la flexibilidad, también presenta desafíos como el bossing.
En este ámbito, puede manifestarse de varias formas. Por ejemplo, con la insistencia de una disponibilidad constante, microgestión de tareas a distancia o incluso falta de reconocimiento en el equilibrio entre el trabajo y la vida personal de los empleados.
Al igual que en el caso del bossing cuando se trata de un trabajo completamente presencial, puede tener efectos para la moral, el bienestar y la productividad del empleado que lo sufre.
Diferencias entre el bossing presencial y bossing telemático:
Aunque el bossing presencial y el bossing telemático comparten características similares, las diferencias en el medio de comunicación, la supervisión o la interacción personal pueden influir en cómo se manifiestan y en su impacto en el bienestar de los empleados.
En el caso del bossing presencial, se puede ver un impacto inmediato en el bienestar emocional de los empleados debido a la presión y el estrés percibidos en el lugar de trabajo. Sin embargo, el impacto en el bienestar en el caso del bossing telemático, puede verse más sutil pero persistente debido a la falta de límites claros entre el trabajo y la vida personal, así como a la sensación de ser constantemente vigilados incluso en el hogar.
En conclusión, el bossing representa una grave amenaza para la salud laboral y el bienestar de los empleados en el lugar de trabajo. Identificar y abordar el bossing es fundamental para promover entornos laborales seguros y respetuosos.